La puerta blanca
Ella sabía perfectamente que estaba prohibido. Muy pocos podían
traspasar aquella puerta blanca. Sin embargo, seguía con la idea fija, podía ser la primera,
podía ayudar a otras. Estaba cansada de permanecer entre esas cuatro paredes
pensando, en forma constante, que nunca, nunca, podría atravesar esa puerta.
Jamás estaba cerrada con llave, ¿por qué hoy no podía ser el gran día en
que se atreviera a romper con la prohibición social de traspasarla? Cuando las
luces estuvieran apagadas y todos estuvieran durmiendo, lo haría, abriría la
puerta blanca.
Las horas corrían en forma lenta y el tic-tac del reloj de la habitación
se tornaba cada vez más insoportable, hasta que al fin dieron las veintitrés. Se apagaron las luces; ella permaneció detrás de la puerta de su cuarto, en
silencio, casi sin respirar, con el corazón agitado, esperando. Aguardaba el momento en que sintiera menos miedo, esperaba no escuchar sonidos,
esperaba que bajara su ritmo cardíaco, esperaba como había esperado tantos años
que la trataran mejor, que la reconocieran como mujer. Esperaba.
Estuvo así una hora, o dos, había perdido toda noción del tiempo. Finalmente
se decidió y abrió lentamente la puerta de su cuarto. Empezó a caminar, parando
a cada instante y mirando a su alrededor. Esa madrugada, el pasillo angosto, oscuro, de paredes
descascaradas por el paso del tiempo, le pareció interminable pero ella seguía
avanzando hacia su destino.
Cuando llegó a la puerta blanca, en forma precipitada se dio vuelta,
había sentido ruidos en el otro extremo. Su corazón latía muy fuerte, apoyó la
espalda contra la pared y contuvo la
respiración. Había sido una falsa alarma.
Esperó unos minutos más y estiró el brazo en forma lenta hacia el
picaporte, volvió a mirar atrás, el miedo la invadía, respiró profundo, lo hizo
girar. Dudó, se sintió aterrada, tembló, sintió que las piernas ya no la
sostenían pero a pesar de todo, empujó con suavidad y abrió la puerta
prohibida.
¡Toda la tensión que sabés poner en tu narrativa está volcada en este relato con final abierto!
ResponderEliminar¡Te admiro!